Consiste en distribuir la dosis de radiación mediante su aplicación uniforme sobre el volumen tumoral con un haz de radiación adaptado a la forma del tumor. De esta manera se minimizan los efectos sobre el tejido sano, y se lleva un mejor control del tumor.
Para llevar a cabo la radioterapia conformada son necesarias técnicas diagnósticas con imágenes digitales (TAC, resonancia magnética, etc) que permiten representar y realizar cálculos específicos, que sirven para definir de forma precisa los contornos para la conformación del haz de radiación y su adaptación a la forma del tumor.
Existen varios tipos de radioterapia conformada:
Radioterapia conformada 2D:
El diseño de las conformaciones se hace a través de imágenes radiográficas planas basándose en la anatomía ósea del paciente, por lo que no minimiza bien la radiación en tejido sano.
Radioterapia conformada 3D:
Se delimitan volúmenes tumorales y organos de riesgo en cada uno de los cortes que realiza la TAC. Consiguiendo optimizar la distribución de dosis en el órgano diana ajustando los campos de tratamiento al volumen tumoral dibujado en las imágenes del TAC. De esta manera incide menos radiacion en el tejido sano, y permite administrar dosis más altas disminuyendo la incidencia de efectos secundarios a largo plazo.
IMRT:
Es una nueva forma de 3D que permite que el tumor reciba el máximo de dosis, mientras que los órganos adyacentes se irradia en lo menos posible. En esta técnica hay una disminución de los efectos secundarios sentaba radioterapia convencional y se mejora la calidad de vida durante y después del tratamiento. Con esta técnica de conformación es posible plantear cualquier distribución de la dosis de irradiacion con una caída de la misma en los límites entre el volumen del tumor y los tejidos sanos colindantes. El oncólogo radioterapeuta debe definir los contornos anatómicos de cada una de las áreas tumorales, especificar la dosis total y la dosis por sesión que se quiera administrar.
Una de las ventajas más importantes es la única administración de un solo plan de campos durante todo el curso del tratamiento, de modo que la zona tumoral recibe más dosis total final y mayor dosis por fracción que la que reciben los órganos de riesgo.
IGRT:
Se trata del método más avanzado para evaluar y corregir los movimientos naturales de los órganos antes de cada tratamiento, esto se logra utilizando un diagnóstico para visualizar el tumor antes de la radioterapia.
Radioterapia conformada 4D:
Pretende lograr la máxima conformación de dosis también para órganos con movimiento. Los escáneres 4D son capaces de mostrarnos la anatomía del paciente en relación con cada movimiento respiratorio esta técnica exigir un enorme esfuerzo tecnológico y humano, por ello sólo se selecciona a los pacientes que tengan más posibilidad de beneficiarse de ella.
Los nuevos medios diagnósticos capaces de proporcionar imágenes funcionales son:
-Resonancia magnética: estima la perfusión de un tejido por el aumento de señal T1 tras la administración de contraste paramagnético. Está en estudio la utilidad de esta técnica en tumores cerebrales, mamarios y sarcomas.
-Espectroscopia: la definición del tejido tumoral mediante esta técnica se ha introducido como técnica de definición de volúmenes en protocolos de radioterapia de escalada de dosis sobre tumores prostáticos.
-PET: es la primera generación de herramientas diagnósticas en ayudar a localizar el tejido tumoral basándose en características metabólicas y no anatómicas. Se esta estudiando la utilidad de esta técnica en la evaluación de la respuesta de tumores de cabeza y cuello, y tumores colorectales a la radioterapia.
-SPECT: es similar a la anterior técnica, aunque tiene una menor sensibilidad inherente y es menos costosa.
Ref: Rodriguez Arranz C, Martin Bravo I M, Molina Ruiz D. Indicaciones y tecnicas de la radioterapia externa. En; Molina Ruiz D, Gomez Salgado J, Bennasar Veny M. Cuidados en Medicina Nuclear y Radioterapia. Madrid; ed. Fuden, 2008. p 379-386
José Ángel Arazola Graña.
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